"TE QUERIA SIN DECIRLO"

Rodear tu esencia de abuelo con mis brazos fue vivir en la morada de Dios junto a tu naturaleza impregnada,
Tu cuerpo latente en mis brazos se volvía lo prohibido del desprecio, lo intocable de la envidia.
Los sentimientos más intensos guardados en un cofre cerrado esperaban tu cariño para que revelaras tu obsequio.

Una nieta en tus brazos existía e inocente fue tu sonrisa al mirarme al tiempo del que una estrella fugaz pasa por el cielo de nuestras vidas.

Te indagabas que harías conmigo cuando a lo lejanamente te observaba, yaciendo tu vida un mar de interrogaciones ocultas.
Cuando sin decir una palabra, en tu cuerpo profesabas un abrazo, si desde aquel rincón olvidado, tu nieta te quería, aun sin pronunciar una palabra.

Defraudaste con tu afonía mis sentimientos, sin palpar la verdad de mi afecto y las letras que quedaron en mi garganta para exclamarte que te quería.

Con la perdida de un abrazo en las penumbras de mi vida fue mi destino un abismo sin final.

La desconfianza colmó mi llanto, con el temor a confiar, y que de un instante a otro solo discierna en mi espalda una daga hiriendo mis sentimientos.
Dejando a mi lado tu único muchacho, ese miedo invade mis palabras a cada hora que lo miro y en mi mente y en mis ojos refleja tu recuerdo.

Mis lágrimas recorren las nostalgias de tus palabras por mis mejillas, perdiéndose por el aire las letras en silencio.

Mis manos… mis manos solo apreciaron la textura de la tuyas conmemorando el último día que te miré, que te adjudiqué un beso y una caricia inocente, pero tu ya no mirabas mis ojos, ya no me pronunciaste hija, porque ya habías muerto para escuchar que te quería.

Para Alfredo Antonio Bianchini, de su nieta María Antonella Bianchini.

"MI DESTINO INCIERTO"

"MI DESTINO INCIERTO"

INDAGADA HACERCA DE MI DESTINO ME ENCUENTRO,
PREGUNTANDO A UN MURAL DE RECUERDOS,
SI ALGUNA VEZ VOVERÉ A SU ENCUENTRO.

ANSÍO CADA NOCHE UNA PEQUEÑA NOCIÓN DE RECUERDOS
PARA SENTÍR UN ÚNICO MOMENTO Y VISLUMBRAR CLARAMENTE
SI MI DESTINO SE ENCUENTRA DETÁS DE UN MUNDO DE LAMENTOS.

A UNAS FLORES, A UNOS MUROS, A ESTE MUNDO PREGUNTO
SI MI DESTINO ESTÁ DETRÁS DE UN BESO DE TODOS LOS DÍAS,
O DE UNOS LABIOS QUE RECORDARÉ POR EL RESTO DE MI VIDA.

TRAS MIL SENTIMIENTOS,
TRAS MIL RECUERDOS,
TRAS MIL PENSAMIENTOS SE ESCONDEN MIS ANHELOS
DE DESCUBRIR MI DESTINO INCIERTO.

María Antonella Bianchini.
22-08-2006

Santiago Del Estero, Capital
(Argentina)


Get Your Own Player!


Los Deseos

Soy un rocío frente de tus ojos que camino tras tu nombre
Una sombra que no puede dejarte.
Es tan triste tu partida
Y te llevas mientras caminas, mis deseos.

Pedí los tres deseos en todos los santuarios
Te hable de ellos y del cuarto deseo
Que se fué con mi llanto ahogado en tristeza.

El tercer deseo fuiste vos,
La realidad más perfecta la tuve aquí,
Me haces tan feliz…

Pero supe que te irás,
Para no regresar.
Y aquí me quedaré,
Volviendo a empezar.


Pedí en mi deseo que te encontrara,
Y fue mi sueño cumplido.
Y me olvide un pequeño gran detalle,
En el cuarto deseo tenía que pedir que no debieras partir.

Pedí un cuento de hadas,
Y me dieron una historia con un final breve
Seguimos escribiendo el ultimo capitulo
Amándote más que nunca hasta el final.

María Antonella Bianchini
11-12-09

“Entrelazados de amor”

Encontraste la rosa en mi alma
y el punto débil de mis brazos.
La estrella más brillante me dejaste
Sembrando en mi piel la llama del amor
Y entrelazando mi mirada en tus ojos.

Sedientos de amor nos encontramos juntos
Unidos por la misma pasión fugaz.
La piel fue nuestra arma
Y en complicidad con tus besos
Incitan la sensación mas bella e inolvidable
En nuestro lecho de amor.

La suavidad de tu ternura,
Revertió la lejanía de nuestros respiros.
Entrelazando nuestro amor
y exclamando lo mucho que nos amamos
te abrasé sin dejarte ir.

Sellamos la noche maravillosa con un beso,
Luego de dos palabras profundas,
Me dijiste “buenas noches vida mía”.

Dormido te observe,
Sobre tu pecho me soñé feliz, amándote una vez más
Sin olvidar que al despertar seguiremos entrelazados
por un mismo destino.

Maria Antonella Bianchini

"TU AUSENCIA ABUELO"

GOTAS DE LÁGRIMAS SALADAS, EXPARSIÉNDOSE POR MIS MEJILLAS HUMEDECIENDO CADA SEGUNDO DE MI VIDA.

MIL CARICIAS ANHELÉ PERO LA SOLA PRESENCIA DE UN DOLOR EN EL PECHO PRESENCIÉ AL SABER QUE SOLO TU AUSENCIA POR EL RESTO DE MI VIDA SENTIRÉ.

UNA IMAGEN DE TU ROSTRO,
UNA CARICIA DE TU MIRADA,
UN RECUERDO DE TUS PALABRAS,
ES LO QUE APRESIÉ EN REALIDAD.

UNA AUSENCIA INFINITA COMPARTIÓ NUESTRAS CHARLAS, ESE SALUDO TAN VISLUMBRANTE, QUE HOY DESAPARECE ENTRE MUNDOS DIFERENTES.

CADA RECORDAR DE TU PARTIR ES DEMASIADO COMO PARA DERRUMBAR UN MURO CONSTRUÍDO UN DÍA POR TUS PALABRAS.

HOY NO CABE UN PERDÓN, NI UN SIMPLE SILENCIO, NI UNA MIRADA BAJA PARA DESPEDIR ESTE SENTIMIENTO QUE TE ACOMPAÑA Y QUE COMPARTIMOS UN DÍA.

HOY TE DESPIDO CON UNA SIMPLE PALABRA QUE SE PERDIÓ CON EL VIENTO AL DERRAMARSE CON MI LLANTO POR TU AUSENCIA.

VISLUMBRANDO ESTE PEQUEÑO TROZO DE AGONÍA ANTE TU PARTIR DEJO TATUADO TU IMAGEN EN MIS VENAS, PALPITANDO MI CORAZON POR ESTE SENTIMIENTO Y SINTIÉNDO QUE AÚN ESTAS AQUÍ QUERIDO ABUELO.

“Cinco letras”

Sólo preciso voltear una página para definir cinco iniciales que se derraman por tu distancia.

Sé que soy fría sin palabras ante tus ojos,
Pero no sabes que tan frágil soy cuando no estas a mi lado.

Los cinco símbolos derramados en pequeñas gotas, fueron los que humedecieron un simple pañuelo esta noche pidiendo tu regreso.

No destines a mi cuerpo sobrellevar un día sin vos, cuando esta noche sin tus besos al despertar, sin un abrazo que me exclame hasta pronto, sin un te amo… el llanto marcó mi soledad.

Mi pecho comprimido de dolor no se pudo manifestar el porqué de mi aflicción al no hallar tu calor al despertar.
Es un ácido sabor que me puede matar si no regresas.

Cinco letras que profesé al no verte,
Cinco letras que me deshojaron la vida sin tus besos.
Son las cinco letras amargas que me describen en tu ausencia.

Hoy la tinta relata la angustia que viví en soledad, pero no podrá narrar el vacío que una suave almohada no pudo llenar.

Los besos del amanecer podrán hacerme vivir, pero esta noche ya probé por la ausencia de tu amor el amargo gusto de las cinco letras que enmarcan el DOLOR.